Tercer día de ayuno: Lunes 3 de agosto, 2020
¡Decido cambiar por completo para parecerme a ÉL!
Efesios 4:22-24 (DHH)
22Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos. 23 Deben renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, 24 y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad.
OBJETIVO GENERAL:
Que en cada devocional que tenemos sea para orar y conocer más del Señor, para que en esa intimidad podamos ser uno con El. El propósito del ayuno es romper con cadenas de injusticia, con estorbos que no nos dejan avanzar para alcanzar nuestro destino profético.
Nada de lo que sucede en esta tierra sucede en vano, todo tiene un resultado para bien.
Romanos 8:28 (NTV)
28 Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.
Tenemos que aprender que todas las cosas que nos suceden tienen un propósito: crecer y madurar.
Yo tengo que tomar la decisión de renunciar y deshacerme de la vieja naturaleza, con la ayuda del Espíritu Santo.
QUEREMOS PARECERNOS A ÉL.
La oración es poderosa, si va acompañada de cambios internos para poder ser testimonio para otros.
No es tan fácil, porque implica tener una disciplina con la ayuda del Espíritu Santo para dejar la antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes éramos porque está VICIADA, corrompida por los DESEOS DE LA CARNE.
Romanos 13:12 (NTV)
12 La noche ya casi llega a su fin; el día de la salvación amanecerá pronto. Por eso, dejen de lado sus actos oscuros como si se quitaran ropa sucia, y pónganse la armadura resplandeciente de la vida recta.
Es una exhortación que se relaciona con el esperado fin de esta era y la llegada del nuevo día, o sea el regreso de Cristo.
Este es un tiempo para ser preparados, formados para parecernos a él.
Es tiempo de despojarnos de lo viejo, que dejemos de hacer, que nos quitemos o despojemos de.
Romanos 13:13-14
13 Ya que nosotros pertenecemos al día, vivamos con decencia a la vista de todos. No participen en la oscuridad de las fiestas desenfrenadas y de las borracheras, ni vivan en promiscuidad sexual e inmoralidad, ni se metan en peleas, ni tengan envidia. 14 Más bien, vístanse con la presencia del Señor Jesucristo. Y no se permitan pensar en formas de complacer los malos deseos.
La palabra nos enseña de qué cosas tenemos que despojarnos para poder llegar a parecernos a Él.
Nuestra meta es llegar a la humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo.
Confesar a Jesús como nuestro salvador es el inicio de un proceso de transformación; es la puerta para determinarme a iniciar un recorrido con la palabra y con el poder del Espíritu Santo para alcanzar madurez y ser perfeccionado.
¿COMO DOY A CONOCER QUE SOY UNA NUEVA NATURALEZA?
1) Yo decido quitarme las vestiduras sucias, y revestirme de la vestidura de Dios. Dios ya lo hizo todo, ahora somos nosotros los que nos enfrentamos a nosotros mismos para que hayan cambios.
Tengo que guerrear conmigo mismo para derribar, destruir lo que estorba, para la buena edificación.
2 Corintios 5:17 (NTV)
17 Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado.
2) Renuevo mi manera de pensar.
3) Renuevo mis pensamientos para hacer un justo juicio para no juzgar a las
personas.
4) Manifiesto una vida recta y pura, basada en la palabra
5) Dejo de mentirle a mi prójimo y a Dios.
6) Me puedo enojar, pero no permanecer siempre así.
7) El que robaba deja de robar al prójimo y a Dios.
8) Dejamos de hablar palabras obscenas y hablamos palabras que edifican.
9) Permitimos que el Espíritu Santo gobierne nuestra vida.
10) La vida de reino es DETERMINACION.
Efesios 4:31-32 (NTV)
31 Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta. 32 Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.
Por la forma en que ahora estamos viviendo la vida en Cristo donde ya no tenemos la libertad de poner manos sobre la vida de las personas, ahora cada hijo de reino, está siendo enseñado por Dios y una vida del espíritu Santo para que haya una TRANSFORMACION individual diaria.
Hoy delante del Señor tú tienes la oportunidad de DETERMINARTE a “Abandonar toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Conclusión
1 Corintios 15:49
(NVI) 49 Y así como hemos llevado la imagen de aquel hombre terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.
Amén.