Devocional 3: Jueves 3 de septiembre  

ALUMBRANDO EN LA OSCURIDAD

“Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lampara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el Cielo”  Mateo 5: 14-16.

OBJETIVO GENERAL:

El objetivo del ayuno y de la interseción, es poder traer cambios en nuestro estilo de vida y poder alumbrar donde hay necesidad. La luz que cargas es para alumbrar a otros. 

La palabra alumbramiento no solo significa, parto, nacimiento, expulsión; sino que también el verbo alumbrar significa aportar claridad o luminosidad. En el pasaje leído vemos las palabras de Jesús a un pueblo que esperaba una respuesta de un Mesías prometido que los liberaría de la opresión del imperio romano. ¿Buscaban una respuesta en medio de la confusión que resonaba en sus oídos y que constantemente les preguntaba, -si eres el pueblo de Dios, ¿en dónde está tu libertador? ¿En dónde está el que te sana? ¿En dónde está el que te provee?  Y ciertamente  Jesús era el Mesías prometido, pero la libertad que ellos necesitaban primeramente era la de su mentalidad, de sus propios paradigmas. Jesús les estaba diciendo, la respuesta está dentro de ustedes mismos; ustedes son la luz en medio del caos y la oscuridad que los rodea; Dejen que su luz alumbre, brille, para que vean su forma de vida y así conozcan al Padre Celestial y lo alaben.

En Filipenses 2:14-15 se nos habla sobre hacer todo sin quejas, ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. Es en medio de esta generación donde ustedes brillan como estrellas en el firmamento. Nuestra luz, alumbra a los demás con nuestras actitudes en medio de los momentos en los que usualmente todo el mundo tiene una razón para quejarse. 

Nuestra luz debe ir en aumento: Proverbios 4:18 nos dice que la luz de los justos es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto. Esto nos enseña a que debemos buscar que nuestra luz crezca día a día, a través de  los desafíos que vivimos en cada una de las áreas de nuestra vida, en relación a nuestro prójimo, con la familia, especialmente en estos tiempos en donde el mundo busca una respuesta en medio del desastre, enfermedad, angustia, la rebelión y el mal uso de la autoridad.

Pablo escribió en Efesios 1:18 pido también que sean iluminados los ojos del corazón  hasta que lleguemos al pleno entendimiento de la esperanza  a la cual hemos sido llamados, nuestra herencia con los santos y cuan incomparable la grandeza de su poder a favor de los que creemos. 

A nuestro Señor Jesucristo sea la gloria, que la luz de Cristo alumbre en cada uno de nosotros en estos momentos más que nunca.